TARATAÑA: RADIO 3 Y EL ADIOS A LAS MÚSICAS DE RAÍZ
Van pasando las décadas y seguimos con las mismas astillas clavadas en la piel. Parece que hay que ocultar parte de lo que somos como si tuviésemos que avergonzarnos de ello o como si fuese lepra que hay que esconder tras paños limpios vs refajos limpos. Esta frase no está escrita al azar ni con azahar, ni para lanzar una perogrullada ni con animos de demagogia, se la estoy lanzando a Lara López directora de Radio 3 RNE y la extiendo a todo aquel que tiene en sus manos el poder de decir qué es lo que llega a oídos de los radioespectadores y qué es lo que no tiene que llegar; el mejor sitio para mostrar mi repulsa este blog emiliomoruno, otro de los más castigados (Emilio El Moro, no este blog de poco alcance, evidentemente) por esto de no ser políticamente correcto, como él decía en su parodia "Qué viva España": - Esto nos lo van a cortar.
Este pasado otoño mi amigo Manolo tuvo que despedirse de Radio 3 y de su “Tarataña” (aunque el nombre no es suyo sino pedido prestado a una revista murciana) diciéndonos a todos “hasta siempre”. Y lo hizo con bastante mala leche, con descaro y mordiéndose la lengua un poco, lo justo, pero dejando entrever que no todo Radio3 es tan guay. Excusa decir que, para mí, es la ÚNICA radio en lo que a calidad musical se refiere. Llevo pegado a ella desde que recuerdo escuchar música, la oigo todos los días, siempre que puedo, y estoy encantado, hago lo posible por no perderme Carne Cruda, ni Discópolis, ni El séptimo vicio... por citar algunos, pero no por eso es perfecta; forma parte de un entramado político estatal del que escapa sólo a veces. Después hablando con él (con Manuel Luna) me dejó caer una idea: “Rafa, esto del folklore no le interesa a nadie una mierda”. Y es cierto, en parte.
En Radio 3 tenemos la suerte de poder escuchar lo último de la mejor música publicada en Francia (con su programa específico), en Brasil (con su programa específico) o en el mundo del country americano dentro de todas sus varianes (con su … patatín patatán onomatopéyico) a lo que podemos sumar un largo etcétera. Cojonudo, genial, brutal, oh oh oh qué gusto, me encanta pero … pero me entran los demonios cuando dan la puntilla a alguien que ha sabido abrir los ojos a muchos folkis enseñándoles que la música celta está de puta madre, que los grupos folk son cojonudos y ¡ay qué bien que me lo paso con mis amigos!, pero que también hay otra cosa: Las Músicas de Raíz sin edulcorantes, las grabaciones de campo, la riqueza de melodías de las músicas campesinas, tradiciones ligadas a usos y costumbres que aún hoy se mantienen, la recuperación de instrumentos de una época en la que no se elitizaba la música y una pléyade de músicos innovaban con sus formas de tocar, de construir instrumentos, de inventar canciones que eran de y para el pueblo. Y eso es bonito, es merecedor de que no sea perdido y abandonado para que un día se pueda visitar en los museos. Por suerte está vivo.
Los dulzaineros siguen haciendo fiestas populares, las grallas aún campan por tierras catalanas, las cuadrillas, rondas, pandas, collas o como cada uno las quiera llamar siguen llenando las calles de Barranda, Motilleja, Villanueva de La Vera, Benagalbón y mil lugares más, con gente mayor y gente joven, todos juntos; he estado ahí y lo he visto. Pues todo esto ha tocado fondo en cuanto a su difusión se refiere, al menos mediante métodos convencionales a los que otros tipos de música sí que acceden de manera natural.
Actualmente Tarataña está en manos de Fernando Íñiguez, periodista muy ligado al mundo de la música y al cual respeto pero no considero el más indicado para hacer que Tarataña sea lo que fue. Volvemos al mundo de Kepa Junkera, de Luar Na Lubre y todo folki que se precie. Bien. ¡Qué no digo yo que esto esté mal!, para nada,a mí me encanta,pero se ha perdido la muestra y divulgación de las músicas de raíz que antes sí había en el programa. Por si fuera poco el horario es para enmarcar con caca de ñu y mandárselo a Lara López: sábados y domingos de 7 a 8 de la mañana, al dorso podían haber puesto que para escucharlo hay que estar boca abajo chupándose la polla, u otro miembro genital, según género, por emitirse con sonidos subcutáneos que sólo se pueden apreciar en dicha postura. Venga ya, no jodáis más.
Al final creo que todo viene de la creencia esa que dice que todo lo ligado a la tradición española es cazurro y fachoso, y luego al mismo tiempo decimos que hay que mantener las tradiciones y conservarlas como nuestro patrimonio intangible. No lo entiendo. De tan intangible no se va a poder tocar, ni ver, ni oler y casi lo peor: ni oir.
Lo que sí entiendo es que un bonito legado poco a poco desaparecerá y que se podrían haber hecho bastantes cosas al respecto para que no sucediese. Desde aquí mando mi queja a la directora de Radio 3, Lara López por cagarla tan descaradamente en este aspecto, por tener una emisora tan rica en matices y que tanto nos aporta pero que se olvida que hay una tradición musical que también se merece su tiempo de radio y que desgraciadamente no tiene. Muchas gracias Lara.
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