RETO FANZINE 2013 - ALBACETE. LA GALLINA
(El pasado diciembre de 2013 tuvo lugar, un año más, la esperada edición del RETO - FANZINE en Albacete. Esta fue una de mis colaboraciones para el Fanzine La Gallina del gran Juan García Rodenas)
Cuentos
por telégrafo, o chistes por telégrafo, que sería lo más acertado. Elijo para
el título lo de "Cuentos por telégrafo" en homenaje a Gianni Rodari y
sus "Cuentos por teléfono". Rodari creó una serie de artificios de
escritura creativa (no me gusta lo de poner creativa, pues la escritura libre
ya es creativa per sé , pero en el
mundillo educativo está muy de moda este apéndice, así que aprovecho la
ocasión) dando rienda suelta a divertidas y curiosas situaciones que pueden
darse en una conversación telefónica. Os voy a hablar de algo parecido, pero
con el telégrafo como aparato analógico de comunicación.
Hubo
un tiempo de chistes de mariquitas, de gangosos, de un español, un francés y un
alemán, de tartamudos, de borrachos... pero no tengo constancia (y seguro que
la hay) de un tiempo de chistes de telegramas. En mi pueblo hay varios ejemplos
de chistes de telegramas convertidos en chistes locales, como podréis ver da
mucho juego eso de juntar palabras porque salía más barato. Realmente no son
chistes propiamente dichos, son pequeñas historietas de humor. Tratan de personas
del pueblo a las que le sucedió realmente; pero perfectamente podría darse el
caso de que fueran adaptaciones de una "moda" que se ha pasado por
alto estudiar y registrar. Pues claro, a quién se le iba a ocurrir realizar un
estudio de la creación, difusión y reacomodación de los chistes.
¿Quién hace los chistes? De niño recuerdo que
las cintas de cassette naranjas de chistes de Arévalo poblaban los salpicaderos
de los coches (junto a otras de realismo social barriobajero de Los Chichos,
estas con un papel azul oscuro o marrón, o impresas directamente en el plástico
como en el caso de Los Calis). Conocíamos las estructuras y luego cambiábamos
los personajes y contábamos sus chistes con gente del pueblo. Transmisión oral
vivita y coleando.
Quiero
creer que algo así sucedió con los chistes de telegramas así que, por si esto
no fuese cierto os voy a contar un par tal y como los recuerdo dejando el
testimonio por escrito para la posteridad.
"León Catalán y
Pepe Isbert"
En
mi pueblo hay un señor mayor que canta muy bien. León Catalán. En su juventud
tuvo cierta amistad con el gran actor José Isbert (Pepe Isbert, cuyos padres
eran de Tarazona de La Mancha, el pueblo de al lado) y alguna vez habían
quedado para cantar o hacer teatrillos cómicos en pequeños casinos de la zona.
Un día José Isbert le propuso a León
Catalán ir a Valencia a probar suerte con esto del artisteo. El tarazonero (o
puchericho según la aplicación manchuela del gentilicio) era un poco mayor y
tenía unos dineros pero León tuvo que pedir dinero a su padre. De esta manera
se marcharon los dos con la firme creencia de poder subsistir viviendo en una
pensión y actuando por los locales de variedades. Eran los grandes tiempos de
artistas como Emilio El Moro y Finita Rufett.
Después
de llevar quince días en Valencia los dos se quedan sin dinero. Isbert le dice
a León Catalán que esto funcionaba así, que no habían tenido mucha suerte pero
que había que insistir y aguantar un
poco más. Tenían dos salas apalabradas y a partir de eso todo sería coser y
cantar. "Éxito seguro", repetía Isbert.
De
esta manera León Catalán se va para la oficina de Correos y Telégrafos de
Valencia y le envía a su padre el telegrama: "Padre- stop- Mandamásdinero
- stop- Éxitoseguro".
Pasan
tres días malviviendo, alguna actuación por unos cuantos duros, y por fin llega
el dinero. Isbert le dice a León que podían aprovechar el dinero para comprase
unos trajes y tener así mejor presencia, que eso hace mucho. Compran los
trajes, pero las actuaciones que les salen son las mismas, más de nada. En una
semana se acaba el dinero. León Catalán vuelve a la oficina y pone en el papel
las palabras dictadas por Isbert: "Padre- stop - vendemula -stop-vendecarro - stop - Mandadinero
- stop - Éxitoseguro"
A
los tres días llega el comunicado a la pensión de que se pasase por correos. Al
llegar allí en vez del dinero se encuentra con un telegrama de su padre, que
decía así: "Hijo - stop - venpacá - stop - ocojotrenpisocuellomato".
Así León
Catalán se volvió al pueblo y Pepe Isbert se quedó un tiempo más en Valencia.
El tiempo le dio la razón. EL Verdugo, Bienvenido Mr Marshall, La gran
familia... "Éxitoseguro".
"El tractor de Vinaeras"
A
Vinaeras le llegó la carta de incorporación al servicio militar. En ese mismo
momento, preparó el petate se despidió de su madre y se marchó con el coche de
línea a la estación de trenes de Albacete. En cuanto llegó a su destino se dio
cuenta de que había salido de la casa con demasiadas prisas. Se acababan de
comprar un tractor, un STEYR, al llegar del campo lo había dejado en el porchao
de la casa pero con la marcha metida, tenía que avisar a su padre, así que
desde la comandancia del cuartel le puso un telegrama: "Padre - stop -
cuidao - stop - tractormarchametía".
Al
día siguiente el cabo lo llamó, pues le había llegado respuesta: "Hijo -
stop - hallegaotarde- portásabajo - stop
- albañilesencasa".
PDF Cuentos por Telégrafo
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