miércoles, 26 de septiembre de 2012

Emilio el Moro en Luzaga-Honazgo 2012

                          Emilio el Moro en Luzaga - Honazgo 2012












                   (Honazgo Luzaga 2011)

El pasado lunes 17 de septiembre (2012) volvimos a celebrar el Honazgo en Luzaga.
Al caer la noche, con magdalenas trucadas y una garrafa de licores varios, nos dedicamos a rondar a las mozas del pueblo, todo por no dejar perder esta tradición ancestral que forma parte de las fiestas de La Quinta Angustia.
Desde las ocho de la tarde la Ronda de Luzaga recorrió las empedradas calles: los ecos de "Triste y sola, sola se queda Luzaga", "Los de Luzaga somos la hostia", rancheras, canciones infatiles y jotas varias dieron vida al pueblo antes de decir adios al verano. Aprovecho el momento para dejar aquí escritas algunas de las coplillas que puedo recordar.

"En el barranco del lobo
se crían los caracoles
y en el pueblo de Luzaga
unas niñas como soles"

"Asómate a la ventana
si te quieres asomar
si no quieres no te asomes
que a mi lo mismo me da".

"Hortezuela está en un llano,
Luzaga está en una cuesta,
Anguita  está en un barranco
vaya tres pueblos de pesca".

Paramos en todas las casas donde había luz y nuestra música fue bien recibida, con licores, vino, chorizos,dulces, y como siempre ... huevos, para luego cenar (incluso hubo quien nos dio unas perrilas para tomarnos unas copas al terminar). Según se fue alargando la ronda el Isma se fue a preparar la cena y cuando terminamos de rondar, a eso de las doce de la noche, el bar de Mariano se iba llenado de cantos, de gentes y de enigmáticos olores en la cocina.
Un año más tuvimos una noche mágica, alegre y para recordar en medio de la otra Guadalajara; la que no tiene nada que ver con Madrid ni con el corredor del Henares, la de la ribera del Tajuña, la de los aires sorianos y de Aragón, la del ducado de Medinacelli, la que se olvida cuando se pasa el verano, la del verde sabinar, la que acoge con los brazos abiertos a los que se fueron, la que permite fumar en los bares, la que aprendió a vivir cada día como si fuera único con los que decidieron quedarse, la de las carreteras nevadas, la que levanta el mayo con la bandera republicana, la que ve arder sus montes como si fueran sus casas, la de historias de resineros y remasadores, la que sigue viendo como la administración no hace nada por mantenerla viva y al mismo tiempo, con esa dejadez, la mantiene alejada de lo absurdo de los nuevos tiempos, pero también de los servicios básicos como una escuela o un centro de salud.

Como ya os digo, la noche terminó como terminan las noches, en el bar de Mariano, dentro de una caverna de filósofos platónicos y socráticos, artistas de las cuerdas y el cante por jotas o rancheras o standars de Chicago, historiadores del franquismo y la transición, terroristas, líderes políticos del pueblo llano, principes y princesas, cocineros que ni en el ritz y otros especímenes sin clasificar.

Y donde de todo hay ... todo cabe y es bienvenido, y precisamente Mariano me sorprendió con el arte del pueblo español con una ranchera que dice que cantaba su padre:

"Guadalajara en un llano
México en una laguna (bis)
donde se bañan  las feas
donde se bañan las feas
donde se bañan las feas 
porque guapa no hay ninguna".

¿Lo han visto?, eso es,  eso pensé yo, el arte de Emilio el Moro sigue vivo, no es fácil de encontrar pero está donde tiene que estar.
Bueno les dejo con el video del fantástico Jorge Negrete y hasta el próximo honazgo.

                                                                    (Nos comimos a la tuna, con el Nacho, el Litel, Santi y compañía era cosa fácil, menudo eleco de músicos)